Fue el político más importante del departamento de Chocó por promover su creación y su desarrollo. Durante su vida buscó que se garantizaran los derechos de los afrodescendientes, los indígenas, los campesinos, los trabajadores y las mujeres.
Por: Alejandro García Hernández
Diego Luis Córdoba nació el 21 de junio de 1907, en Negua, Chocó. Sus padres fueron Diego Córdoba Becerra y Eudoxia Córdoba Álvarez. Se casó con Genoveva Zuleta Carrasquilla, con quien tuvo cuatro hijos.

Foto: Señal Memoria.
Diego creció junto a seis hermanos y estudió en la escuela elemental de su localidad. Estudió hasta el cuarto de bachillerato en el Colegio Carrasquilla en Quibdó y terminó su bachillerato en filosofía y letras en el Colegio San José en Medellín. En 1924 inició sus estudios de derecho y ciencias políticas en la Universidad de Antioquia. Cómo estudiante universitario se declaró socialista y posteriormente se convirtió en seguidor de Jorge Eliecer Gaitán.
Diego Luis Córdoba fue presidente de la Liga Pro-Chocó instaurada en Medellín el 18 de abril de 1926. Desde allí criticaba que Chocó fuera Gobernada por personas ajenas al territorio, debido que no conocían sus problemáticas y necesidades, por lo que nunca las atendían ni las resolvían, según Hernández (2010).
En 1928, Córdoba fue miembro del comité ejecutivo del Congreso Estudiantil de Ibagué, junto a Carlos Lleras Restrepo y José Francisco Socarrás, convirtiéndose en el primer líder estudiantil negro de la historia de Colombia. Este congreso reclamaba las libertades de cátedra y de asistencia, la elaboración anual y actualización periódica de programas académicos, exámenes acordes al programa, la fomentación de seminarios de investigación y conferencias académicas, la elección por concurso de los profesores y la autonomía universitaria. Así mismo, propusieron un programa de educación que promoviera la liberación de la mujer, la educación sexual, la elevación del nivel de vida de los trabajadores y campañas contra el alcoholismo, conforme con Jaramillo (1984).
En 1929, Córdoba fue expulsado de la Universidad por ser líder de un paro estudiantil que exigía mejores profesores y que se garantizara la libertad de cátedra, de pensamiento, de opinión y de expresión. Por esta razón, tuvo que mudarse a Bogotá para continuar sus estudios en la Universidad Nacional de Colombia.
1929 fue un año que anunciaba grandes cambios en el mundo y en el país. Las circunstancias políticas, económicas y sociales despertaron un gran interés en Córdoba, quien no tardó en quererse vincular con el liberalismo para participar en esos cambios. Por esa razón, Córdoba asistió a la Convención Nacional Liberal de 1929.
En 1930 organizó la Juventud Liberal Universitaria para apoyar la campaña del candidato presidencial Enrique Olaya Herrera. El día de la elección la mayoría liberal se volcó en las urnas con la esperanza de ganar y establecer un cambio histórico que diera fin al antiguo régimen conservador.
El triunfo de Enrique Olaya Herrera significó el fin de la hegemonía conservadora instaurada en el poder desde 1882 y el anuncio de grandes cambios para detener el atraso social y la pobreza del país. Este ambiente político incentivó más el liderazgo de Diego Luis Córdoba.
En 1931 fue elegido diputado suplente de Carlos Lleras Restrepo a la asamblea de Cundinamarca. El 30 de noviembre de 1932, Córdoba se graduó cómo Doctor en Derecho y Ciencias Políticas con especialización en ciencias económicas de la Universidad Nacional en Bogotá, convirtiéndose en el primer abogado nacido en Chocó.
Córdoba regresó a Quibdó, se especializó en derecho laboral y se desempeñó como diputado ante la asamblea de Chocó, juez municipal de Istmina y concejal de los municipios de Condoto, Pizarro, Bagadó, Istmina, Riosucio y Nóvita, de acuerdo con Rausch (2003).
En 1933, Córdoba fundo el partido político Acción Democrática, llamado popularmente como el cordobismo, por su candidatura cómo representante al Congreso fue rechazada. Este partido político se identificaba con el socialismo, quería lograr la igual racial, eliminar el racismo, empoderar a la población afro e impulsar a políticos afrodescendiente en Chocó para conseguir la dirección del Chocó, quitándoles paulatinamente el control político a las élites blancas y aprovechando que el 90% de la población en Chocó era negra. A escala nacional, el partido político apoyó la plataforma del partido y apoyaba las acciones de su directorio máximo.
Rausch (2003) afirma que entre 1933 y 1935, Córdoba hizo una exhaustiva campaña por todo el Chocó para ampliar la influencia de su partido política. Al no contar con la ayuda de periódicos o radio, Córdoba tuvo que viajar a hasta los sitios más recónditos de Chocó para ganarse el apoyo de la población.
Córdoba y su partido político consiguieron que el pueblo chocoano los apoyara y comenzaron un proceso de ascenso de político afrodescendientes en la dirección del Chocó, según Wade (1990).
Labor cómo Congresista
El 26 de mayo de 1935, Córdoba consiguió ser elegido representante independiente por Antioquia con la votación más alta del Chocó. Desde este momento siempre ocupó una curul en el Congreso y fue el primer senador por el departamento de Chocó desde su creación en 1947 y mantuvo esta curul hasta su muerte en 1964.
Su aporte a la educación
Córdoba consideraba que las comunidades indígenas y afros vivían cómo esclavos por el abuso de las empresas, el abandono estatal, la normalizado el racismo y la analfabetización. Las élites blancas se aprovechaban de estas situaciones para imponer condiciones injustas de trabajo, en especial en el trabajo minero y doméstico, y para manipular a la población. Por esa razón Córdoba afirmaba que “Por la ignorancia se descendía a la esclavitud; por la educación se asciende a la libertad”.
Diego Luis Córdoba consideraba que la educación era la vía más importante para erradicar el racismo, garantizar los derechos, lograr la igualdad y elevar la calidad de vida de todos los sectores populares y marginados. Sin embargo, decía que esto sólo era posible con una educación laica, debido a que la educación católica era racista porque consideraba a las comunidades indígenas y afros cómo ‘razas inferiores’ o ‘malas razas’, y enseñaban la resignación de la pobreza, lo que permitía la explotación de los sectores marginados de la población. Por estas razones, Córdoba se oponía a las evangelizaciones de los indígenas y negros.
Córdoba hace las primeras consideraciones sobre la etnoeducación puestos que creía la educación de las comunidades afros debía revindicar la identidad, la cultura y la historia de los afrodescendientes y desnormalizar los discursos racistas de la sociedad. Córdoba consideraba que el racismo había llevado a muchas personas a negar su ascendencia indígena y negra y sólo identificarse con la española, lo que ocasionaba el abandono de la cultura, las costumbres y las tradiciones de esas comunidades. En la actualidad, esta situación se considera cómo un genocidio cultural.
En 1934, colaboró en la fundación de los colegios femeninos de Quibdó e Istmina. y consiguió que el ministro de educación Luis López de Mesa aprobara la creación de una Escuela normal de varones en Quibdó, la cual se abrió el 6 de junio de 1936.
Estos colegios les permitieron a las mujeres chocoanas a acceder a la educación, quienes aprovecharon esta oportunidad para formarse cómo maestras. Los maestros y maestras educados en esas Escuelas consiguieron trabajo dentro y fuera del departamento de Chocó e iniciaron un proceso de dignificación del pueblo y la cultura afro, conforme con el Cepac (2003).
Gracias a la educación, las comunidades afro comenzaron a dignificar su identidad, su cultura, su historia, sus costumbres y tradiciones. De igual forma, la educación les dio a conocer a estas comunidades sus derechos y ellas se empoderaron y comenzaron a exigirlos. Por otra parte, las comunidades comenzaron a ser conscientes del problema del racismo y comenzaron un proceso para desnaturalizarlo y erradicarlo. Adicionalmente, la educación les permitió a los afros adquirir mejores condiciones de vida y apropiarse de espacios profesionales y de participación. En particular, la educación les permitió a las mujeres empoderarse y desenvolverse en el mercado laboral.
Líder Socialista
Diego Luis Córdoba se convirtió en uno de los líderes socialistas más destacados en Colombia. Consideraba que el socialismo protegía a los obreros y campesinos de la explotación de los empresarios y terratenientes. Fue miembro de Vanguardia Socialista, conformado por intelectuales, y del movimiento político y cultural ‘Izquierda Nacional’. Tras el Golpe de Estado en España de Julio de 1936, Córdoba se pronunció en contra de la sublevación militar que quería derrocar el Gobierno de ese país. El 15 de agosto de 1936, participó en la inauguración de la casa comunista en Bogotá.
Diego Luis Córdoba se destacó por defender a los sectores poblacionales más vulnerables, en especial a las comunidades negras, indígenas, las clases obreras, las mujeres y los campesinos. La creciente influencia de Córdoba generó que sus opositores comenzaran a hostigar a sus seguidores y ha acusarlo de instigar una guerra racial en nombre del socialismo. Córdoba tuvo que defenderse en varias ocasiones diciendo que no estaba promoviendo una guerra y que su único interés era lograr la igualdad de los afrodescendiente en todos los ámbitos de la vida.
Diego Luis Córdoba fue asesor de Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC). En 1938 apoyó la huelga de los trabajadores de la multinacional Tropical Oil Co., la cual terminó con una represión violenta de las fuerzas públicas que dio cómo saldo tres muertos y varios heridos. En 1946 presentó un proyecto de ley para que la mujer tuviera derecho al voto, el cual fue rechazado.
Córdoba consiguió que se suprimiera el ‘impuesto del platino’, el cual era un aporte obligatorio que daban los mineros artesanales y los mazamorreros a compañías mineras por trabajar dentro de los dominios de sus títulos, de acuerdo con Rey (2017).
Apoyo a Chocó
Córdoba promovió leyes que permitieron al Chocó elegir un representante en el Congreso en 1943 y que aprobó la creación del departamento del Chocó en 1947. También promocionó el desarrolló de Chocó con su apoya a la Ley 12 de 1949 que creaba un Plan Vial del Chocó, a la Ley 121 de 1959 que pedía la continuación de la carretera Panamericana a través del Chocó, a la ley que ampliaba la cobertura eléctrica del Chocó y propuso que se creara una universidad en Quibdó, la cual se materializó después de su muerte con la fundación de la Universidad Tecnológica del Chocó “Diego Luis Córdoba”.
Otras intervenciones cómo parlamentario
Cómo parlamentario se destacó por oponerse al tratado de comercio entre Colombia y los Estados Unidos firmado en septiembre de 1935 y al Protocolo de Río del 13 de septiembre de 1935 que dirimía la frontera amazónica con Perú y Ecuador.
Córdoba redactó junto a Gerardo Molina la Reforma Constitucional de 1936, la cual la asistencia pública como función del Estado, reconoció los derechos humanos a la salud, a la nacionalidad, a la educación, al trabajo, a la asociación y la libertad de prensa. Establecía que nadie podía ser objeto de injerencias arbitrarias, ilegales o abusivas en su correspondencia o cualquier otro tipo de comunicación. Se reconocía el derecho a la libertades de conciencia y religión siempre que no sea contrario a la moral cristiana.
La reforma reconocía el derecho a la propiedad, establecía su función social y el derecho a la indemnización y al debido proceso cuando se expropie por utilidad pública o de interés social. La reforma le permitía al Estado intervenir por medio de leyes en la explotación de industrias o empresas públicas y privadas, con el fin de racionalizar la producción, distribución y consumo de las riquezas, o de dar al trabajador la justa protección a que tiene derecho.
Ayala (2003) afirma que la muerte de Jorge Eliecer Gaitán, el 9 de abril de 1948, intensificó la violencia en el país, lo cual no fue ajeno a las elecciones del Congreso de 1949. En las campañas electorales los liberales usaron la imagen de Gaitán y la conservación de su memoria, mientras que los conservadores resaltaron los nefastos resultados del Bogotazo. De forma que, la muerte de Gaitán fue usada por ambos partidos para incitar el odio bipartidista y ganarse las mayorías del electorado. Finalmente, los liberales consiguieron la mayoría en el Congreso y entre sus congresistas se encontraba Diego Luis Córdoba.
Los liberales quisieron aprovechar su mayoría para establecer un poder opositor al Gobierno conservador de Mariano Ospina Pérez, a quien culpaban de La Violencia que se había desatado en el país. En especial los culpaban por promover o al menos tolerar la creación se grupos paramilitares conservadores que atacaba a la población liberal. Esta situación había generado que los campesinos se organizaran y se armaran en grupos guerrilleros liberales y comunistas.
En respuesta al poder que los liberales querían imponer en el Congreso, los conservadores, en especial Laureano Gómez, iniciaron a usar discursos de odio y campañas de desprestigio para hostigar y perseguir a los liberales. De igual forma, los conservadores intensificaron la violencia de sus grupos paramilitares y de la fuerza pública. El 9 de noviembre de 1949, el Gobierno declaró el estado de sitio y tomó las medidas autoritarias de cerrar el Congreso, establecer la censura de la prensa y prohibir las manifestaciones públicas. Finalmente, Laureano Gómez consiguió ser electo en unas elecciones atípicas en las que él era el único candidato.
Rausch (2003) afirma que, en 1957, Córdoba apoyó los esfuerzos de Alberto Lleras Camargo y de Laureano Gómez de crear el Frente Nacional, tras el derrocamiento de la dictadura de Roja Pinilla. En 1958 fue embajador de Colombia en Venezuela.
Otras labores de Córdoba
Además de ser congresista, Córdoba fue director de la Escuela Sindical, miembro de la Dirección Nacional del Partido Liberal, del Colegio de Abogados especializado en derecho laboral, de la Academia de Jurisprudencia y de la Asociación de Escritores.
En 1959 Córdoba se graduó de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Colombia. Fue profesor de la Universidad Libre de Colombia durante veinte años, dictó las clases de derecho romano y derecho laboral y era presidente de la Conciliatura de la Universidad al momento de su muerte.
Diego Luis Córdoba hizo parte de una generación de intelectuales afrocolombianos que pudieron estudiar en Bogotá y Cali en la primera mitad del siglo XX. Esta generación fue masculina, porque a la mujer no se le permitía estudiar, y se desempeñó en profesiones liberales, consiguieron participar en el Congreso y fueron profesores universitarios en facultades de Derecho y Medicina, según Urrea (2010).
Diego Luis Córdoba fue a Ciudad de México para someterse a una intervención quirúrgica, pero murió por un ataque cardíaco el 1 de mayo de 1964. A lo largo de vida, Córdoba se dedicó a defender y empoderar a las poblaciones más vulnerables del país.
Gracias a su labor se inició una revolución social que buscó establecer la etnoeducación, proteger la cultura, las costumbres, las tradiciones y la historia de las comunidades indígenas y afrodescendientes, defender sus derechos humanos y garantizar los derechos laborales de los sectores de la población más vulnerables para evitar la explotación laboral.
Pese a estos esfuerzos, Chocó sigue siendo un departamento empobrecido cuyos habitantes viven diferentes vulneraciones de sus derechos humanos. Esta situación es culpa de quienes han promovido y se han beneficiado del conflicto armado en Colombia.
Bibliografía
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