Roberto Urdaneta Arbeláez, el presidente conservador que buscó el desarrollo de Colombia

Se encargó de adelantar la diplomacia con Perú durante y después de la guerra colombo-peruana. Fue presidente designado de Colombia de 1951 a 1953. Su administración se caracterizó por buscar el bienestar en todos los sectores sociales y enfrentar el conflicto interno entre el estado conservador y las guerrillas liberales que se originó en anteriores administraciones. Sus ideales siempre pretendieron la búsqueda de la paz, el bienestar, el progreso y la unión nacional, la defensa de los ideales conservadores y atacar el “comunismo internacional”.

Por: Alejandro García Hernández

Roberto Urdaneta nació en Bogotá el 27 de junio de 1890. Se gradúo de bachiller del Colegio de San Bartolomé, de Derecho en la Universidad de Deusto en Bilbao, España y de Doctor en Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional.

En 1917 se casó con Clemencia Holguín y Caro, quien provenía de una familia de la élite conservadora, que se dio el lujo de tener cuatro presidentes: Carlos Holguín, Jorge Holguín, Manuel María Mallarino y Miguel Antonio Caro.

Urdaneta en el Congreso

Urdaneta en 1925 fue representante a la cámara y durante el gobierno de Pedro Nel Ospina apoyaba la aprobación de empréstitos extranjeros. Argumentaba que el ingreso de capital extranjero permitía adelantar las obras públicas que el país necesitaba.

Sin embargo, el representante Urdaneta se opuso a la aprobación del empréstito extranjero propuesto por el gobierno de Ospina, debido a que se elegían prestamistas extranjeros por favoritismo, gran parte de los recursos eran para pagar la deuda interna, las obras que se iban a financiar no contaban con los planos de construcción o estos se encontraban incompletos y argumentaba que dichas obras no iban a aumentar la capacidad productiva del país.

Al terminar el gobierno de Ospina el país quedó con graves problemas económicos. Esto fue producto de la falta de estudios previos en: la construcción de proyectos, gastos superiores a las rentas, dispersión de fondos y falta de neutralidad en la elección de contratistas y prestamistas. Vea el Perfil de Pedro Nel Ospina, el presidente que recibió una Colombia rica y la dejó en la quiebra

Opositor de Laureano Gómez

Urdaneta se caracterizó por ser ferviente opositor de Laureano Gómez a quien calificó como “hombre de los discursos agresivos y demoledores que infunde terror”, “vaca-loca que ataca a todo lo que se encuentre, que nada respeta y nada le detiene y “voluble en sus amores y efímero en sus odios”.

Adicionalmente, afirmó que Laureano Gómez fomentaba un ambiente hostil en el país, al respecto dijo que “con ese sistema de violencia en que brilla el Senador Gómez (…) ha pretendido imponer en el parlamento una dictadura (…)  dominando el poder legislativo, el partido conservador y la opinión pública”.

De igual forma, Urdaneta criticó la forma como Laureano Gómez desfigura la verdad, que en palabras de Urdaneta “adopta la táctica del martillo, que consiste en afirmar, repetir y volver a repetir lo mismo, para dejar establecido la alteración de la verdad”.

El Ministro de Relaciones Exteriores

En 1931 fue electo presidente el liberal Enrique Olaya Herrera. Con él se dio por terminada la hegemonía conservadora instaurada en el poder desde 1882. El nuevo gobierno recibió un país con la mayor crisis económica del siglo XX.

Ante esta situación el país esperaba que con el nuevo gobierno liberal se diera un cambio radical. Sin embargo, según la revista Credencial Historia (2005), un sector de los conservadores liderados por Laureano Gómez se opuso injustamente a la nueva administración de forma agresiva, hostil y violenta.

Por el contrario, otro sector de los conservadores, movidos por el amor a la patria, se unieron a la nueva administración para esforzarse en sacar al país de la precaria situación en la que se encontraba. Entre ellos estaba Roberto Urdaneta, quien fue nombrado Ministro de Relaciones Exteriores.

Como Ministro de Relaciones Exteriores apoyó incondicionalmente al presidente Olaya Herrera, buscando la unidad nacional en los partidos políticos y las regiones del país. Vea el Perfil en homenaje a Enrique Olaya Herrera, en los 80 años de su muerte

Guerra colombo-peruana

En su ministerio le correspondió manejar la diplomacia durante y después del conflicto con el Perú. El conflicto se desarrolló desde el 1 de septiembre de 1932 hasta el 24 de mayo de 1934, cuando las partes en conflicto firmaron el Protocolo de Río de Janeiro.

Para el Ministro Urdaneta, la diplomacia es el arte de prevenir y evitar entre naciones los conflictos armados, con esta convicción, Urdaneta hizo una espléndida labor de diplomacia entre Colombia y Perú.

La guerra con Perú inició cuando un grupo de revolucionarios peruanos se tomó Leticia. Ante tal violación de la soberanía nacional, el Ministro Urdaneta buscó proteger la integridad del territorio nacional estrechando relaciones con Perú para evitar un enfrentamiento armado.

Sin embargo, Colombia descubrió que el movimiento que se había tomado Leticia contaba con el apoyo del gobierno peruano. Por ello, el Ministro Urdaneta solicitó al gobierno peruano sancionar a los integrantes de su gobierno que apoyaban el movimiento revolucionario y que diera declaración pública de desaprobación a la toma de Leticia, para que de esta forma se evitara el enfrentamiento armado entre ambos países.

En esta situación, el Ministro Urdaneta logró la cooperación entre los partidos para constituir una comisión permanente asesora del Ministerio de las Relaciones Exteriores, la cual fue precedida por el liberal Alfonso López y el conservador Guillermo Valencia.

El gobierno peruano movilizó sus tropas, embarcaciones y aviones para invadir Leticia y el río Putumayo. En esta circunstancia el gobierno colombiano decidió retirar la guarnición de Leticia, argumentando que ante el ataque eminente de Perú y ante la dificultad de comunicación, se ordenó la retirada para evitar un inútil derramamiento de sangre de las tropas.

De esta forma, el gobierno fortaleció las tropas, las embarcaciones, las comunicaciones y el acceso a Leticia para poder ordenar la retoma del territorio. Finalmente, Colombia inició las operaciones para recuperar la soberanía en el territorio nacional.

La guerra terminó el 30 de abril de 1933 con el asesinato a manos de un opositor político del presidente peruano Luis Miguel Sánchez Cerro. Luego, el 25 de mayo de 1933 se culminaron los diálogos de paz en Ginebra, Suiza y posteriormente se firmó el Protocolo de Río de Janeiro el 24 de mayo de 1934.

Durante el gobierno de Alfonso López Pumarejo, Urdaneta fue nombrado Ministro de Relaciones Exteriores, cargo en el que gestionó la ratificación del Protocolo de Río de Janeiro en el Congreso, buscando la unión entre partidos políticos y estrechar relaciones con Perú.

Después de ratificarse el protocolo de Rio de Janeiro, fue nombrado embajador de Colombia en el Perú desde 1935 hasta 1939. Le correspondió celebrar acuerdos de cooperación y definir los límites entre Colombia y Perú. Su actividad fue decisiva en las relaciones diplomáticas entre Colombia y el Perú.

La Reconciliación con Laureano Gómez

Según Forero (1990), Laureano Gómez fue denunciado por calumnia cuando publicó un artículo atrevido e incitador en contra de la administración de López Pumarejo. Por esta acusación se le ordenó detención preventiva. Los conservadores se ofendieron por la detención, entre ellos Roberto Urdaneta, quien dirigió la protesta. Este gesto de solidaridad permitió el acercamiento entre ambos.

Las ideas de Urdaneta

El amor a la patria de Roberto Urdaneta hizo que nunca abandonara su sueño de unir a los partidos políticos. Por lo que propuso la reunión fraternal de los dirigentes de ambos partidos para discutir los problemas internacionales, sociales y reformas constitucionales.

En esta época creció en Colombia distintas posiciones políticas. Por esta razón, Urdaneta amplió su concepto de unión nacional a la concentración de las personas de buena voluntad sin importar sus ideales.

Soberanía del pueblo y garantía a los derechos fundamentales

Sobre la intervención de un país a otro que no garantice los derechos fundamentales. Urdaneta siempre defendió la soberanía del pueblo y se opuso férreamente a la intervención de los países hacia a otro que no garantice los derechos de sus ciudadanos considerando lo siguiente:

  1. Para la época no se tenía claro que derechos se puede considerar universales y fundamentales del ser humano. En consecuencia, si se deja al arbitrio de un país cuales son los derechos fundamentales de los ciudadanos, puede suceder que un país socialista como la URSS intervenga en otro país para garantizar la propiedad colectiva.
  2. El pueblo tiene derecho a la democracia y al ejercicio de la soberanía popular. En este sentido, el pueblo es el único que puede elegir su propio régimen, a través de una votación transparente
  3. La intervención de un país ajeno, puede generar una revolución sangrienta por parte del pueblo que busca proteger su derecho a la autodeterminación.
Deber del gobierno para terminar el conflicto armado, defensa de la paz y la justicia social

En defensa de la paz, Urdaneta afirmó que “la paz es el supremo bien que todos anhelamos, pero ella debe cimentarse en la justicia social” y afirmó que para terminar la violencia es necesario “estudiar imparcialmente de donde proviene esa violencia”. A su vez, afirmó que la violencia del país tiene su origen en la Violencia verbal propiciada por posiciones agresivas, discriminación racial, falta de educación, factores de miseria y fraude electoral

De igual forma, Urdaneta afirmó que era deber del gobierno buscar terminar el conflicto armado para lograr la paz, sin que los delitos graves quedaran impunes y dando amnistía por delitos que no sean considerados graves.

Concluye que para lograr la paz en el país es necesario el compromiso a conformar la unión nacional, buscar el bienestar, el progreso y la agricultura a todo el país, garantizar los derechos de las personas y la transparencia electoral.

 Oposición al comunismo

Sobre el crecimiento del comunismo en Colombia, Urdaneta afirmó que el comunismo en Colombia era dirigido por jóvenes inteligentes de mentalidad moderna y bien preparada. Sin embargo, no aceptaba dicho sistema por separar al hombre de la espiritualidad.

Urdaneta consideró que el país no debía enfrentar a los comunistas de forma violenta, sino que tenía la obligación de estudiar el problema económico y social, buscando la retribución equitativa del trabajo, su participación justa en los beneficios de la producción y mantener la cercanía a Dios. De esta forma, se reemplazaría las luchas de clases por la cooperación entre ellas.

Posteriormente, Urdaneta fue férreo opositor del comunismo internacional. En su apreciación, no era internacional, sino que sólo seguía la directriz de la URSS. Bajo sus propios intereses buscaban paralizar el desarrollo económico por medio de sabotajes, paralización de empresas, paros subversivos y huelga injustificadas. De este modo, fomentaban el odio de las clases sociales encareciendo el costo de vida y produciendo miseria.

Para Urdaneta el comunismo internacional entró al país por medio del partido liberal. Urdaneta pensaba que para frenar su crecimiento era necesario fomentar el progreso a través de un programa económico con el que se construyera carreteras, se elevara el nivel de vida de los trabajadores, se impulsara la agricultura, se mejorara la educación pública y se fortaleciera las fuerzas armadas.

Según Urdaneta, la muerte de Gaitán fue planeada por el comunismo internacional, porque no encontraban en Gaitán un caudillo que pudieran manipular y su muerte podía causar gran violencia.

De este modo, la URSS encontró que el 9 de abril confluían dos situaciones que propiciaban la violencia y el escándalo internacional para destacar el fracaso de la democracia: Colombia vivía un ambiente de suma hostilidad entre partidos y la reunión en Bogotá la IX Conferencia Panamericana, un evento que atraía toda la atención internacional.

Adicionalmente, Urdaneta afirmó que para el comunismo internacional Colombia era importante por su cercanía con el Canal de Panamá. Por tal razón, si en Colombia se constituía un régimen comunista, Estados Unidos y el mundo tendrían que preocuparse en la forma de defender el Canal de Panamá.

 Simpatía por el capitalismo y la satisfacción de las necesidades humanas

Urdaneta mostraba su interés por el capitalismo, afirmó que a diferencia del comunismo el sistema capitalista no era contrario a doctrinas espirituales. Este sistema permitía la propiedad privada, los medios de producción para la satisfacción de las necesidades humanas y el abaratamiento de los productos.

Sin embargo, Urdaneta aceptaba que el abuso del capitalismo producía una gran brecha en la sociedad que rompía totalmente la igualdad, de esta forma unos pocos elevaban su nivel de vida en forma exorbitante, mientras que la mayoría  la población llegaban a la miseria.

De modo que el sistema capitalista cambiaba los ideales de satisfacer las necesidades humanas por la de acrecentar las riquezas, para llegar al punto de poder controlar la sociedad.

De tal forma, se propiciaba el surgimiento de revoluciones, el fortalecimiento del comunismo y la destrucción de la pequeña y mediana industria.

Por esta razón, Urdaneta defendía la intervención del Estado en la economía para mantener el equilibrio social, advirtiendo que esta intervención propiciaba la corrupción entre empresarios y políticos.

Por último, su posición más radical fue la de establecer límites a la riqueza e invertir los excesos en elevar el nivel de vida del pueblo.

Urdaneta afirmó que el capitalismo desenfrenado da resultados peores al sistema comunista. En efecto, el capitalismo resulta ser beneficioso sólo si se tiene como objetivo la satisfacción de las necesidades humanas y no la simple producción para acrecentar riquezas.

El declive de los liberales

Durante la elección presidencial de 1946 el partido liberal se dividió entre oficialismo y gaitanistas. Esto se debió a que Jorge Eliecer Gaitán inició una campaña presidencial con discursos antioligárguicos que produjeron que el pueblo de tradición liberal dejara de apoyar a los líderes tradicionales del liberalismo. En consecuencia el sector liberal del oficialismo propuso al candidato liberal Gabriel Turbay.

Por su parte, el partido conservador sólo postuló al candidato presidencial Mariano Ospina Pérez, quien ganó las elecciones presidenciales gracias a la división del partido liberal, teniendo en cuenta que entre ambos candidatos lograron una votación mayor que la del electo presidente.

Roberto Urdaneta admiró la forma pacífica como el gobierno liberal de Alberto Lleras Camargo aceptó los resultados de las urnas y entregó el gobierno al conservador Ospina Pérez, pese a que ello significaba el fin de la hegemonía liberal. Para Urdaneta, este fue un gran paso hacia la unión nacional que prometía el nuevo presidente de Colombia.

El presidente Ospina Perez prometió hacer un gobierno de unión nacional. Contrario a ello, el nuevo gobierno comenzó a excluir a los liberales de la administración pública, lo cual generó protestas y enfrentamiento que dio inicio a una nueva era de violencia en Colombia.

Después de la muerte de Gaitán el 9 de abril de 1948, la violencia en el país se intensificó dando lugar a una guerra civil entre 1949 y 1953. Se organizaron las guerrillas de los Llanos y numerosos grupos de resistencia en el Tolima, Caldas, Valle, Cundinamarca, Boyacá, los Santanderes y otras regiones del país.

Para Urdaneta, el gobierno no pudo evitar las acciones de los grupos insurgentes porque estos se encontraban en lugares apartados en donde el terreno no permitía el acceso fácil al ejército nacional.

En un intento de reducir la violencia del país, el presidente Ospina prometió de nuevo la unión nacional a los liberales y los nombró en varios cargos de gobierno.

El Presidente Ospina clausuró el Congreso, ordenó el cierre de las asambleas departamentales, decretó el Estado de sitio, censuró la prensa, las comunicaciones por correo, por telegramas, telefónicas y se iniciaron las persecuciones a intelectuales y miembros del partido liberal, quienes fueron detenidos arbitrariamente, torturados y hasta asesinados. Según Santos (2006), se inició un régimen dictatorial.

Por esta situación los liberales decidieron retirarse de sus cargos de gobierno, argumentando que el gobierno no estaba haciendo gestión alguna para evitar la violencia y la persecución de los liberales.

Entre los ataques hacia los liberales se destacan una masacre en la casa liberal de Cali y el asesinato del representante liberal Gustavo Jiménez en pleno debate del congreso por parte del representante conservador Castillo Isaza. Según Gómez (2006), la persecución a liberales produjo que muchos salieran exiliados hacia Venezuela, allí se organizaban para conformar y apoyar las guerrillas liberales.

Finalmente, en las elecciones presidenciales de 1949, el candidato liberal Darío Echandía se tuvo que retirar de la contienda electoral por haber sufrido un atentado que mató a su hermano. De este modo, fue electo sin rival el radical Laureano Gómez.

El Ministro de Guerra Roberto Urdaneta.

Urdaneta fue Ministro de Guerra desde abril de 50 y durante el gobierno de Laureano Gómez continuó en el cargo hasta agosto de 1951, cuando fue nombrado Ministro de Gobierno. Como Ministro de Guerra a Urdaneta le correspondió afrontar una difícil situación política por una guerra civil no declarada entre conservadores y liberales.

Con el presidente Laureano Gómez la violencia aumentó y se intensificó la persecución contra los liberales y los comunistas. Según Santos (2006) la policía era conformada por conservadores que masacraban a campesinos liberales. También se inició una persecución contra  cualquier dogma o ideología que fuera distinta o contraria a la religión católica.

Durante el Ministerio de Guerra de Urdaneta, se fortaleció las fuerzas armadas mejorando la formación de los militares y construyendo  cuarteles, el Gran Hospital Central Militar, aeródromos, bases áreas y de un dique flotante en Cartagena.

Adicionalmente, se enviaron tropas a la guerra de Corea para reforzar las legiones de las Naciones Unidas. De esta forma, se buscaba que internacionalmente se conociera que Colombia apoyaba la política de detener la expansión del comunismo en el globo terráqueo.

Estas tropas las conformaban miembros del partido liberal, debido a que dentro del ejército nacional se dividieron las tropas según el partido político que pertenecían, porque los soldados miembros del partido liberal eran asesinados en el campo de batalla por disparos por la espalda

Pese a los logros, el Ministro Urdaneta no pudo controlar la violencia que se extendió en el país a partir del 9 de abril de 1948. En el país se propagó el saqueo, la tortura y los asesinatos en masa de civiles, militares y policías por parte de grupos armados.

El ejército nacional inició el desplazamiento de campesinos de las zonas en conflicto, a lo que el Ministro Urdaneta argumentó que era necesario para evitar que sean amenazados y asesinados por no colaborar con los grupos subversivos, prometiendo que apenas se pacificara la zona se permitiría que los desplazados volvieran a sus tierras.

El Presidente Designado de la República de Colombia

Según Ocampo, El 5 de noviembre de 1951, ante el delicado estado de salud del presidente Laureano Gómez, el Ministro de Gobierno Roberto Urdaneta Arbeláez fue elegido designado a la Presidencia de la República.

Urdaneta

Presidente Roberto Urdaneta  junto a la tumba del ex presidente. Foto: Blindajes y Prospectiva en Justicia y Desarrollo

Durante el gobierno de Urdaneta la violencia aumentó en Colombia. En los Llanos Orientales, los guerrilleros pusieron en dificultades a las Fuerzas Militares, convirtiendo esta región en un escenario de guerra civil de grandes proporciones. Según Santos (2006), al terminar el gobierno de Urdaneta en Colombia había 50.000 desplazados víctimas de la violencia.

El gobierno hizo cuantiosos gastos para aumentar el número de efectivos en el ejército y la policía, mejorar dotaciones, comprar embarcaciones, construir cuarteles, bases áreas, la Base Naval del departamento de Bolívar, talleres de intendencia, el Palacio de la Policía Nacional, casas para los Oficiales y los Suboficiales, e inició la creación del Hospital Militar.

El gobierno de Urdaneta buscó terminar la confrontación de forma pacífica. Para ello, ofreció elevar el nivel de vida en el llano, adelantar campañas contra la malaria, aumentar las vías de comunicación en el llano, mejorar el sistema de aeropuertos, adelantar estudios para el mejoramiento de la raza vacuna, reconstruir las viviendas que fueron destruidas por el conflicto, garantizar el retorno a quienes fueron desplazados, amnistía para los alzados en armas que no habían cometido delitos atroces. Sin embargo, ésta solamente tuvo éxito parcial.

El presidente buscó pactos de paz entre los directorios políticos liberales y conservador. Sin embargo, el sábado 6 de septiembre de 1952 turbas conservadoras incendiaron las instalaciones de los periódicos El Tiempo y El Espectador, la sede de la Dirección Nacional Liberal y las residencias de los expresidentes Alfonso López Pumarejo y Carlos Lleras Restrepo. Así mismo, el gobierno intensificó la censura de prensa.

Política económica y servicios públicos

Según Ocampo, el gobierno de Urdaneta Arbeláez en su política económica se preocupó por la atracción de capitales extranjeros. En el año 1952, la misión del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento hizo para Colombia un plan orgánico de la administración pública.

El gobierno de Urdaneta fomentó las exportaciones e importaciones con la firma de convenios con Italia, Gran Bretaña, Francia, Paraguay y los Estados Unidos.

Para mejorar la calidad de vida de los colombianos. El presidente Urdaneta reorganizó el presupuesto nacional, de tal forma que los municipios más pobres recibieron mayores recursos con los cuales se pudo mejorar la calidad de vida de colombianos.

Para mejorar la educación construyó escuelas rurales y urbanas, financió la Escuela Radiofónica Sutatenza, constituyó restaurantes escolares, dio implementos académicos, mejoró la Biblioteca Nacional, en la Universidad Nacional construyó un edificio, la capilla de estudiantes, los laboratorios de hidráulica, creó el Instituto Colombiano de Estudios Históricos y el Instituto Colombiano de Especialización Técnica, con el que se permitió a los estudiantes a salir al exterior.

Para mejorar los servicios públicos construyó acueductos, alcantarillados, puestos de salud, hospitales, alumbrado eléctrico, plantas eléctricas, plantas térmicas, embalses, represas del Sisga y Neusa, plantas hidroeléctricas, canalizaciones, construcción de 14.000 viviendas con el Instituto de Crédito Territorial (ICT), el centro urbano Antonio Nariño y se fortaleció el Banco Popular.

Para aumentar las comunicaciones, el Presidente hizo que el Correo Nacional se transportara por naves áreas que se movilizaban en 30 ciudades del país y con el exterior. Inauguró oficinas telegráficas, de correo y extendió los servicios de radio y teléfono. Reconstruyó 3.136 kilómetros de carreteras, construyó nuevos puentes, el ferrocarril del Atlántico hasta Gamarra, de Corrales hasta la Paz y angostó 533 kilómetros de vías férreas, amplió Bocas de Ceniza, terminó el canal del Dique y mejoró los puertos de Buenaventura, Santa Marta y Cartagena de Rio.

El presidente Urdaneta se preocupó por fomentar la industria colombiana. Culminó la planta de soda de Zipaquirá, el matadero frigorífico de Villavicencio y la planta de lavado de carbones del Valle del Cauca. Del mismo modo, se fomentó el crédito a la pequeña industria para acrecentar su producción.

El presidente Urdaneta promovió en el país la explotación agrícola y ganadera con las obras de irrigaciones de los ríos Coello, Saldaña y de otros ríos; creó una planta de abonos nitrogenados; dio a los campesinos terrenos propios con la Caja de Crédito Agrario, Industrial y Minero; realizó campañas de abastecimiento de productos de primera necesidad y de colocación de excedentes en mercados extranjeros; realizó investigaciones sobre semillas mejoradas, fertilizantes, zootecnia, aumento de la maquinaria agrícola de conservación y mejora de los terrenos.

De igual forma, fomentó la producción de mármoles, papel, vidrio plano, fibras, pesca marítima, gas natural, metales preciosos, carbón, cobre, plomo, azufre, acero, fósforo y amoniaco sintético. Así mismo, expidió el código de hidrocarburos por medio del decreto N° 1056 de 1953

En el mismo sentido, se mejoró la siderúrgica Paz de Río para la fabricación de hierro y la planta de Trituración de Calizas que permitió mejorar el suministro de cal y caliza. También inició la construcción de la metalúrgica del Laboratorio Químico Nacional

Así mismo, inauguró los oleoductos Puerto Salgar – Bogotá y Puerto Berrio – Medellín, celebró un contrato empréstito para la construcción del oleoducto Cantimplora – La Dorada.

El presidente Urdaneta mejoró el servicio del Instituto de Seguros Sociales. Por ello, abrió nuevas oficinas en varios municipios del país y creó un seguro que cubre los riesgos de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.

De igual forma, los organismos de salubridad adelantaron labores de medicina preventiva, protección materno-infantil, lucha antivenérea, lucha antituberculosa, enfermedades endémicas, atención a la lepra, de sanidad ambiental y programas contra la deficiencia nutricional de la población.

Para garantizar los derechos laborales. El presidente Urdaneta creó el “Departamento de Asuntos Campesino” para comunicar el ministerio de Trabajo con los trabajadores rurales, esta dependencia buscaba garantizar los derechos laborales a los trabajadores rurales.

Del mismo modo, se creó  la “Sección del Trabajo a Domicilio de Mujeres y de Menores”, la cual buscaba garantizar los derechos laborales, condiciones de moralidad, salubridad y amparo a  las mujeres y menores trabajadores. En el mismo sentido, aumentó el personal de las inspecciones seccionales y reorganizó el ministerio de Trabajo para optimizar su labor.

Para organizar el sistema penitenciario. Urdaneta inició la construcción de la cárcel La Picota, en Bogotá. Así mismo, se construyeron campos de trabajo para los penados, quienes trabajaron en la construcción de carreteras. Igualmente, a lo largo del territorio nacional se mejoraron y construyeron reformatorios para menores y cárceles. Por otro lado, se adelantaron campañas preventivas de delitos.

Los guerrilleros del llano

Según Gómez (2006), las guerrillas de los llanos contaban con un gran estratega militar, Guadalupe Salcedo. Él inició su lucha en 1946, cuando fue nombrado presidente Mariano Ospina Pérez. Con la muerte de Gaitán se intensificaron sus acciones y con el cierre del Congreso recibieron mayores apoyos de  miembros del Partido Liberal.

Salcedo tuvo épicas victorias tales como el asalto a la base área de Palanquero y la tomas de Orocué. Era tanto su ingenio militar que a pesar de los suntuosos gastos del gobierno en el ejército nacional, Salcedo no perdió la guerra.

En un intento de independizarse del gobierno central, las guerrillas liberales lograron controlar por completo el territorio en donde se encontraban, dictaron leyes que regulaban las conductas de los alzados en armas y de los civiles dentro de su territorio.

Finalmente, Salcedo terminó su lucha en los llanos por la terminación del apoyo de miembros del Partido Liberal y porque el gobierno de Rojas Pinilla les prometió brindar Paz, Justicia y Libertad, de igual forma, se aprobó la amnistía a los alzados en armas.

El Golpe de Estado del General Rojas Pinilla

Según la Revista Semana (1993) el G-2 del ejercito sospecharon que el industrial antioqueño Felipe Echavarría Olózaga suministraba armas y dineros a un sargento de apellido García para adelantar actos terroristas en Colombia, por tal sospecha, fue capturado y estando detenido lo obligaron a sentarse en un bloque de hielo para que confesara todo lo relacionado con la entrega de los dineros, armas, cómplices y demás actividades subversivas. Ante las torturas, Echavarría dijo ser partícipe de la conspiración y vinculó a otros miembros del Partido Liberal como conspiradores.

En la mañana del 13 de junio de 1953, Laureano Gómez se presentó ante Urdaneta para ordenarle que destituyera al General Rojas Pinilla por lo ocurrido con Felipe Echavarría. Urdaneta se rehusó hacerlo debido a que el General contaban con gran aprobación de los militares y los civiles, y su destitución podría provocar protestas que dieran lugar a un golpe de estado.

Ante el rechazo de Urdaneta, Laureano Gómez decidió iniciar el procedimiento para reasumir el mando presidencial. Para tal fin, convocó un Consejo de Ministros en donde expuso su intención de destituir al General Rojas Pinilla.

Según Santos (2006), el General Rojas Pinilla se enteró de lo ocurrido, tomó rumbo al aeropuerto de Techo para escapar del país, pero antes de llegar al aeropuerto, se arrepintió y regresó al Batallón Caldas, en Puente Aranda.

Según Santos (2006) cuando el General Rojas Pinilla llegó al batallón ordenó el acuartelamiento de las guarniciones del país y asumió el mando de la totalidad de las fuerzas militares: el Ejército, la Aviación, la Marina y la Policía.

En el Palacio de Gobierno, Urdaneta se reunió con el General Rojas, quien le solicitó que reasumiera la presidencia. Así mismo, Urdaneta se reunió con el expresidente Mariano Ospina Pérez, quien le dijo que por la  gravedad de la situación debía a acceder a lo propuesto por los militares.

Urdaneta se rehusó a hacerlo, argumentando que ello era una violación a la constitución y a su propia conciencia. Por lo que el General Rojas Pinilla a mutuo propio decidió asumir el mando del gobierno.

Según Ocampo, después de su período de gobierno, Urdaneta residió por algún tiempo en la ciudad de Ginebra, Suiza y murió en Bogotá el 20 de agosto de 1972.

Bibliografía

Ocampo, Javier. “Urdaneta Arbeláez, Roberto”. Biografías Biblioteca Virtual del Banco de la República

Cámara de Representantes “Roberto Urdaneta Arbeláez. Escritos y discursos”. Colección Políticos Colombianos. Poligrupo Comunicación. Bogotá. 1985.

Sanclemente, Carlos. “Semblanza de Enrique Olaya Herrera”. Boletín de Historia y Antigüedades. Vol. 93, no. 834 (Jul. /Sep. 2006). p. 587-596. Bogotá.

Revista Credencial historia No. 183 (Mar. 2005). Bogotá.

Forero, Abelardo. “El 13 de junio de 1953: un día con 3 presidentes; Urdaneta, Gómez y Rojas Pinilla”. Revista Credencial Historia No. 6. Junio 1990. Bogotá.

“Itinerario de un golpe de Estado”. Revista Semana. 7 de Mayo 1993. Bogotá.

Santos, Enrique. “Las diez horas agitadas de un sábado tranquilo”. Revista Credencial Historia No. 197. Mayo 2006. Bogotá

Gómez, Eugenio. “La guerrilla liberal”. Revista Credencial Historia No. 202. Octubre de 2006. Bogotá.

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