El capítulo 3 del Acuerdo Final que no fue refrendado se titula ‘Fin del Conflicto’ y podría ser el punto que destrabe el proceso de paz. Incluye temas que han sido mencionados por el Centro Democrático, y los representantes del ‘No’ del partido Conservador.
Por: Prospectiva en Justicia y Desarrollo
Los planteamientos que en las últimas horas han hecho los expresidentes Andrés Pastrana y Álvaro Uribe dan algunas pistas sobre soluciones que destrabarían la negociación entre el Gobierno y las Farc.
Álvaro Uribe ha pedido “protección efectiva para las Farc”, una medida que se incluye en el punto 3 del Acuerdo Final. En ese capítulo se menciona la hoja de ruta para que la reincorporación a la vida civil de los guerrilleros tenga garantías de seguridad.
Por su parte, Andrés Pastrana solicitó al presidente Santos “activar de inmediato las zonas de concentración”, que son definidas también en el capítulo ‘Fin del Conflicto’ del Acuerdo Final. En La Habana se pactó que durante 180 días los militantes de las Farc entregarían sus armas, en 23 Zonas Veredales Transitorias de Normalización (ZVTN), con el uso de 8 campamentos. Esos sitios estratégicos del territorio nacional son a los que se refiere el expresidente Conservador. Lea: Prospectiva 3: Fin del conflicto
En ese sentido, las propuestas de los del ‘No’ apuntan a compromisos que ya se habían pactado en el capítulo 3 del Acuerdo Final.
Por esa razón, las coincidencias entre lo que han planteado los expresidentes, y lo escrito en Cuba en la ‘sección’ Fin de Conflicto, puede trazar el camino para que se destrabe, de una manera ágil, el proceso de paz con las Farc.
Sin embargo, es claro que la intención de las propuestas de Pastrana y Uribe están dirigidas a un desarme de las Farc, que de hecho es el foco del capítulo 3 del Acuerdo.
La dejación de armas, si bien puede ser el punto de coincidencia entre la oposición y el Gobierno debe ir acompañada por garantías en justicia y política, que la guerrilla impondrá para acceder a entregar su armamento.
El cumplimiento de esas garantías en justicia y política permitirían una salida a la incertidumbre en que quedó el país luego de la votación del 2 de octubre. Sin embargo, también son susceptibles de convertirse en diferencias insalvables entre Gobierno, oposición y Farc, que podrían llevar al país a un escenario en que se suspenda el cese al fuego bilateral, es decir la vuelta a la guerra. Lea: Un nuevo Acuerdo Final con las Farc no se concretaría en el corto plazo
De esta manera, de la coherencia de la oposición en sus exigencias sobre concesiones políticas y de justicia a la guerrilla cuelga el éxito o fracaso del que, ha sido quizás, el momento más cercano que ha tenido el país de presenciar el fin del conflicto entre el Estado y las Farc.