Un informe del Centro Nacional de Memoria Histórica revela que se han registrado 60.630 casos de desaparecidos entre 1970 y el 2015 en Colombia. Cada día, tres personas han sido víctimas del delito de desaparición forzosa en el país.
Por: Prospectiva en Justicia y Desarrollo
En Colombia han sido desparecidas 60.630 personas en los últimos 45 años en el marco del conflicto armado dice el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), en su más reciente informe Hasta Encontrarlos, presentado el pasado martes 22 y el jueves 24 de noviembre en Bogotá y Medellín.
En el informe se menciona que cada 8 horas se generó una desaparición en Colombia entre 1975 y el 2015. El CNMH ha producido ya seis informes y este último es el resultado más global sobre la problemática.
El CNMH, en el marco de las presentaciones del documento, expone que con los datos que allí se encuentran se busca responder a una deuda de esclarecimiento y reconocimiento de la desaparición como forma de violencia.
De acuerdo con el centro de investigación, ese delito se inflige en Colombia con el ánimo de castigar y de sembrar terror, y por prácticas de distintos actores armados que buscan invisibilizar sus crímenes y garantizar su impunidad.
En el marco de la investigación adelantada por el CNMH, se menciona que la desaparición es también el resultado de la existencia de condiciones y prácticas de trato indigno a los restos humanos, en especial en las morgues y cementerios del país, y de la ausencia de mecanismos idóneos, que permitan emplear técnicas eficientes y oportunas, para identificar los cadáveres y facilitar que sean entregados a sus familias.
Para el centro de investigación, el Estado no ha sabido responder las demandas de las familias y sus obligaciones legales, para cumplir con su deber constitucional de proteger a sus ciudadanos.
A su vez, el CNMH anota que la falta de acción estatal decidida y eficaz en la búsqueda de las personas desparecidas, y en la identificación y castigo de los autores materiales e intelectuales, ha permitido consumar la desaparición y así garantizar el triunfo del propósito criminal.

El informe recopila datos de 1970 al 2015. Foto: CNMH
De acuerdo con Gonzalo Sánchez Gómez, director general del CNMH, la desaparición forzada de personas quebranta la integridad de un ser humano, en un proceso inverso al del revelado de una fotografía.
“Se pretende borrar la identidad de una persona hasta velarla por completo, hasta volverla invisible”, dice Sánchez.
En el informe se muestran, entre otras cosas, las situaciones que han vivido familiares de los desaparecidos, quienes muchas veces han debido adelantar por sí mismos las labores de búsqueda de su ser querido, lo cual los pone en escenarios de nuevas amenazas, de persecuciones, muertes e incluso de repetidas desapariciones.
El informe señala las características que acompañan la perpetración de este crimen, denuncia a los responsables de ese delito, así como sus móviles y modos de ejecutarlo.
En el documento también se reconocen las consecuencias y daños que causa la ambigüedad entre la presencia y la ausencia sostenida de un ser querido, y destaca la contribución de los familiares de las víctimas, para que se reconozca, atienda y prevenga ese grave crimen.
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