La magistrada María Victoria Calle destacó los avances que ha tenido la Corte en la defensa de los derechos de los colombianos, desde 1992 hasta el día de hoy.
Por: Hernando Aníbal García Dueñas
En el XI Encuentro de la Jurisdicción Constitucional “Inventario de la Jurisprudencia”, que se cumplió en homenaje a los 25 años de la Carta Política de 1991, la presidenta de la Corte Constitucional, María Victoria Calle, destacó los avances e innovaciones de esa corporación a lo largo de la historia de la vigente Constitución.
En su intervención, Calle destacó como desde los inicios de esta magistratura, cuando se instaló la primera Corte 1992-1993, a través de la Jurisprudencia Constitucional, se desarrollaron las acciones para hacer efectivo los derechos fundamentales de las personas.
En este sentido, la magistrada reseñó que ante la permanente tensión entre el pasado y la innovación para el futuro, con el impulso de la acción de tutela se consolidó la protección de los derechos fundamentales, incluso en la vulneración de derechos sociales, como ocurrió con el derecho a la salud, ante la ineficacia del Estado, o en casos que implicaban el rechazo y la degradación humana por el abuso del poder.
La magistrada Calle indicó que por entonces la Corte se ocupó de la protección de la intimidad de las personas, la libertad de reunión, la protección en materia de los derechos humanos y el control del exceso de poder por el presidencialismo.
Esa primera Corte, se reseñó, trajo un nuevo estilo con la jurisprudencia, que reconoce la importancia del Estado social de derecho, admite la relación del derecho fundamental al ambiente sano y los derechos fundamentales de las personas, y avanza en los primeros principios de acceso a la administración de justicia.
Posteriormente, se indicó en la ponencia, vino la segunda Corte Constitucional, que se destacó por esfuerzos judiciales para desarrollar temas como:
- La despenalización de la dosis personal.
- La lucha contra el crimen organizado -como se hizo con el control constitucional de la ley de extinción de dominio-.
- El derecho a la educación -cuando se suspendía el acceso por ausencia de pago-.
- Frenos al poder del sistema carcelario, al declarar el estado de cosas inconstitucional por hacinamiento de las cárceles y por la corrupción administrativa.
La presidenta de la Corte señaló que durante ese periodo se transformó el país, al incorporarse tratados de derechos humanos, evolucionar en los alcances de la acción constitucional de tutela, establecer límites en los Estados de excepción, dar la viabilidad a garantías a la actividad parlamentaria, consolidar la acción de tutela contra providencias judiciales, e instaurar fundamentos de control de los tratados y convenios internacionales.
La Corte, entonces, llevó la Constitución a áreas que parecían insuperables en las ramas del derecho.

En el evento estuvo el presidente Juan Manuel Santos, y el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, entre otros. Foto: Corte Constitucional
María Victoria Calle también expresó que esa segunda Corte actualizó la bibliografía para la fundamentación de las providencias judiciales, se acudió a la jurisprudencia constitucional continental europea y a la anglosajona y se reseñó que con sus decisiones la Corte hizo aportes sobre conceptos jurídicos, que hoy forman parte del nuevo lenguaje jurídico, como pasó con el concepto de bloque de constitucionalidad, la ponderación de derechos, el principio de proporcionalidad, el estado de cosas inconstitucional, el mínimo vital, o el reconocimiento de los derechos de las personas que requieren especial protección.
En su intervención, la presidenta de la Corte destacó que decisiones como la que se ocupó de la inconstitucionalidad de la criminalización del porte y consumo de la dosis personal, o la que reconoció los derechos sexuales y la autonomía personal, o aquella sobre el control de la ley estatutaria de la administración de justicia, que desarrolló los principios desde el ámbito constitucional, implican verdaderas conquistas en el reconocimiento de los derechos fundamentales de las personas.
La magistrada, además, anotó que para la primera década del 2000 se eligió la primera mujer que integró la Corte Constitucional, en una tercera etapa de la Corte que se encargó de racionalizar el legado e introdujo nuevos conceptos para el enriquecimiento constitucional, técnico y jurídico, en temas como el principio de proporcionalidad, las vías de hecho, el precedente jurisprudencial, y el estado de cosas inconstitucional que hoy acompaña de mecanismos de seguimiento. Todos ellos desarrollos que generaron visibles transformaciones técnicas.
La presidenta de la Corte aseveró que se precisó el Bloque de constitucionalidad, se impulsó el derecho internacional de los derechos humamos, en temas como la justicia transicional y los derechos de las víctimas. Y, dijo Calle, la Corte se enfrentó a desafíos judiciales, como el control sobre decretos con fuerza de ley, cuando órganos distintos al congreso producían actos de responsabilidad del legislador, o cuando se generaron límites al poder de reforma constitucional, al reconocer que el ejercicio de poder constitucional reside en el pueblo. Por eso la necesidad de proteger conquistas como la libertad y la igualdad.
La magistrada sostuvo que, en la cuarta Corte, con dos mujeres en su seno, se constituyó un momento económico, ambiental, social y político con profundas diferencias, pues la transformación global implicó mayores intereses de la sociedad. Dentro de esos nuevos cambios sociales y de reconocimiento de derechos, la Corte se enfrentó a declaratorias de estados de excepción.
Además, la magistratura intervino en temas por cambios económicos trascendentales, también produjo decisiones para el reconocimiento de las comunidades LGTBI, y decisiones por el ejercicio en redes sociales, con ocasión al escrutinio colectivo, la confidencialidad y la reserva de la información.
Finalmente, la presidenta de la Corte Constitucional, destacó el derecho de los colombianos para buscar la paz. De ahí que el proceso de paz se tramite por la vía democrática, pues no puede desconocerse la época violenta en que vivimos, donde resulta justo que los cambios científicos, tecnológicos y económicos de desarrollo humano, pudiesen estar repartidos entre todas las personas. Por eso, sueña con jueces que puedan proporcionar esas cosas necesarias de la vida, de reconocimiento de la libertad y la igualdad, para que de esa manera la paz sea posible en Colombia.
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