Para levantar la protesta en la región chocoana se llegaron a pactos para la adecuación de vías que conecten la zona con el interior del territorio nacional. También se proyecta la financiación en la mejora y construcción de hospitales. El Estado debe cumplir los compromisos firmados, pues el departamento registra cifras escandalosas de pobreza y de necesidades básicas sin atender.
Por: Sergio García Hernández
El gobierno logró llegar a acuerdos con las comunidades del Chocó que protestaban por la situación social de la región y pedían inversiones del Estado, sobre todo en vías que los comuniquen con el interior del país y servicios de salud. Además en la protesta también se filtraron viejos reclamos sobre el control territorial de una zona en disputa, entre el departamento chocoano y Antioquia.
El Comité Cívico por la Dignidad y Salvación del Chocó, promotor de la protesta, suspendió el paro luego de que el gobierno se pronunciara sobre los reclamos. El secretario general de la Presidencia, Alfonso Prada dijo que se dieron acuerdos para que se continúen los trabajos en los corredores entre Quibdó y Medellín, y Quibdó y Pereira.
“En este momento están en ejecución $165 mil millones y se ha comprometido un giro adicional por $440 mil millones, con lo cual se completan cerca de $1,4 billones”, aseguró Prada.
El delegado para dialogar con las comunidades chocoanas también comunicó que, en materia de salud, se contrató por $2 mil 602 millones el estudio para el hospital de tercer nivel de Quibdó.
De la misma forma, el gobierno va a financiar con $32 mil millones las obras y lo propio se hará con la construcción de los hospitales de segundo nivel de Río Sucio, de Istmina y Bahía Solano.
También se instalaron mesas técnicas que van a hacer seguimiento a los acuerdos ya firmados. En ellas se analizarán temas como servicios públicos, infraestructura, salud, derechos humanos, fortalecimiento institucional y lucha contra la corrupción.
Cada seis meses se hará una rendición de cuentas conjunta con la comunidad y los líderes cívicos, las autoridades departamentales y el gobierno nacional, para contar con la suficiente información que permita mantener al departamento chocoano y a los colombianos informados del avance del cumplimiento, se informó desde Presidencia.
A las medidas en salud y vías se sumó un acuerdo que puede poner al gobierno en problemas, pues el ejecutivo se comprometió a emitir un mapa el próximo 12 de junio con unos límites entre Antioquia y Chocó, que puede terminar la disputa que tienen estas regiones por Belén de Bajirá.
La publicación de ese mapa se constituyó en uno de los motivadores del fin del paro. Sin embargo, cualquiera sea el resultado en cuanto a los límites entre las 2 regiones, ese compromiso ya despierta polémica pues ninguno de los 2 departamentos quiere perder el dominio territorial sobre el municipio en disputa.
Estos acuerdos fueron claves para que se terminara un paro de una región que pide al gobierno inversiones y estrategias de desarrollo, y que de paso aceleró algún pronunciamiento sobre Belén de Bajirá.

Quibdó, la capital de Chocó, tiene los índices más altos en pobreza de ciudades del país. Foto: @Perdomoalaba
La situación de Chocó pide que esta vez los compromisos se cumplan
Las medidas tomadas por el gobierno y aceptadas por la comunidad deben ser vigiladas para que se cumplan, y constituirse en los primeros pasos en políticas que permitan la reducción de la pobreza de esa zona del país.
El seguimiento a los compromisos pactados es clave en una región en donde su capital Quibdó es la de mayor pobreza en el país, con un porcentaje del 49,2%.
Además esta ciudad es la de más pobreza extrema, según las líneas que miden los requerimientos para acceder a una canasta básica de servicios en Colombia, con un 19,5%, según el Dane.
Cabe resaltar que en el país un hogar compuesto por cuatro personas se clasifica como pobre extremo, si su ingreso total está por debajo de los $458 mil 768 pesos.
A las crudas cifras de la capital chocoana se suman las calculadas a nivel de región. En este renglón, para el 2016, las tasas de incidencia de pobreza multidimensional más altas se presentaron en la región Pacífica, a la cual pertenece Chocó, con un 33,2%, según el Dane.
Este porcentaje es incluso más significativo que el de la pobreza extrema, pues mide la cantidad de personas consideradas como pobres, por no tener acceso a necesidades básicas de salud, educación, servicios sanitarios, condiciones en que se encuentran los niños del hogar, así como el estado de la vivienda.
Debido a la pobreza evidente en Chocó, los compromisos que el gobierno firmó con las comunidades de esa zona deben ser vigilados, pues ellos son claves en el desarrollo de medidas que permitan mejorar las condiciones del departamento. La región chocoana, al fin y al cabo, le recordó al país su situación, reflejada año tras año en cifras, y Colombia debe responder a ese grito que se oyó desde el Pacífico.