En la mañana del día siguiente de la elección, el multimillonario lograba 290 votos electorales, con los que quedó elegido presidente de los Estados Unidos. El republicano se anotó el triunfo pese a obtener unos 135 mil votos menos que Hillary Clinton en el conteo total. ¿Por qué el magnate venció a la demócrata pese a que su votación fue inferior?
Por: Prospectiva en Justicia y Desarrollo
La predicción de Prospectiva en Justicia y Desarrollo se dio. Donald Trump, el multimillonario que habló en su campaña de construir un muro en la frontera con México, fue elegido presidente de los Estados Unidos.
La explicación que desde el martes 8 de noviembre se predecía tenía su base en que Trump marcaba mejor en la compilación de encuestas del prestigioso portal Real Clear Politics, que lo daba vencedor en La Florida y Ohio, estados clave para lograr la Presidencia. Lea: La Florida decide el futuro del mundo
Trump ganó en esos estados, así como en Michigan y Pensilvania. Es decir, el multimillonario triunfó en territorios, en los que Obama había ganado hace 4 años, y que los demócratas no lograron retener con Clinton, situación que se tradujo en la derrota de Hillary.
Pero, por qué es tan importante ganar en ciertos estados, y cuál es el motivo por el que la victoria de Trump fue tan contundente pese a que Clinton obtuvo unos 135 mil votos más que el multimillonario, en el conteo ‘uno a uno’ de todo el territorio estadounidense.
¿Cómo funciona el sistema electoral de Estados Unidos?
En Estados Unidos, la elección presidencial no la gana quien obtiene más votos en todo el territorio, como sucede por ejemplo en Colombia. En el país de las barras y las estrellas hay que ganar la elección en cada uno de los 50 estados estadounidenses.
Cada estado de ese país tiene asignado un número de votos electorales, que son representantes de cada territorio y que son quienes determinan el ocupante de la Casa Blanca.
Los votos electorales de cada estado varían según su población y la cantidad de congresistas que lo representan (tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado).
De esta manera un territorio como California, altamente poblado, tiene 55 votos electorales, mientras uno como Montana, tiene apenas 3.
El candidato ganador de la elección en uno de los 50 estados estadounidenses se lleva todos los votos electorales de esa región, con excepción de los estados de Maine y Nebraska, en donde los electores se asignan a uno u otro candidato presidencial utilizando un sistema proporcional.
Al final, la presidencia de la principal potencia económica del mundo se la lleva quien sume 270 votos electorales, indistintamente de cuál fue la votación total de los más de 120 millones de personas que participan en una elección presidencial del país norteamericano.
Es decir, en la elección para el cargo más importante de los Estados Unidos, hay en realidad 50 elecciones regionales, que terminan por definir al presidente.
Los candidatos deben sumar más votos por estado, para llevarse los votos electorales de la zona y así aspirar a obtener la cifra mágica de los 270 votos electorales, con los que un candidato es elegido presidente.
¿Por qué unos estados son más importantes en la elección de los Estados Unidos?
En Estados Unidos hay estados en los que históricamente se impone el candidato republicano o el demócrata, debido a la tradición política que allí tienen los partidos.
Por ejemplo, en California, en los últimos 20 años suele ganar el candidato demócrata, quien tiene garantizado de esa manera 55 de los 270 votos electorales necesarios para ser presidente.
En Texas sucede los mismo. Allí, por 40 años ha ganado el candidato republicano, quien da por descontado la suma de los 38 votos electorales de esa región.
Sin embargo, hay estados que son denominados ‘péndulos’, pues su votación varía a favor de los republicanos y demócratas, de elección en elección.
Entre esas regiones, en donde es difícil predecir el ganador, se encuentran Florida, Ohio, Pensilvania, Wisconsin, Carolina del Norte, Georgia, Iowa y Míchigan, que son las que ‘ponen’ el presidente, pues entre las 8 suman 130 votos electorales, sin los cuales es imposible ser presidente de Estados Unidos.

Trump se impuso en los estados’péndulo’en la elección presidencial de Estados Unidos 2016. Foto: Gage Skidmore
El caso Trump
Donald Trump no solo se impuso en los estados de tendencia republicana, sino que ganó en todos los estados ‘péndulo´ mencionados en esta nota, con lo que su triunfo es considerado contundente y demoledor, así Hillary Clinton haya sumado más votos en el conteo total.
La derrota de Clinton se explica en que no ganó en los estados péndulo y en que su votación se concentró en estados tradicionalmente demócratas, como California e Illinois, en donde le sacó a Trump más de 3 millones 300 mil votos, pero lo que solo representó 75 votos electorales.
Mientras, el magnate, con votaciones apretadas en los estados péndulo, le sacó a Hillary 130 votos electorales.
Trump, de esa manera, dio una lección de cómo salir victorioso de manera aplastante, al sumar 290 votos electorales, frente a los 228 de Clinton (a la mañana del miércoles 9 de noviembre), sin necesidad de vencer en el conteo ‘uno a uno’ a su contrincante demócrata. Ese fue el sistema electoral que le dio la victoria al multimillonario estadounidense.