El exministro de Justicia y del Interior fue elegido Procurador General de la Nación con 92 votos, de un total de 95, en el Congreso. Luego de su triunfo dijo que fue posible encontrar consensos, se refirió a una ‘Procuraduría para la paz’, y señaló que la institución que empieza a dirigir desde enero de 2017 debe ir a las zonas de conflicto.
Por: Prospectiva en Justicia y Desarrollo
En medio de uno de los momentos más polarizados en política en Colombia, situación acrecentada luego de la votación del plebiscito del 2 de octubre, Fernando Carrillo recibió el respaldo de todos los partidos en el Congreso, en la elección que lo deja como el Procurador del país para el periodo 2017-2021.
El electo Procurador, acerca de su contundente triunfo, dijo que se demostró que “es posible conseguir unidad y consenso”.
Sobre el tinte que se impondrá en su periodo como Procurador 2017-2021, Carrillo enfatizó que el Ministerio Público resucitará los valores cívicos y ciudadanos de un Estado Social de Derecho, tolerante, garantista y respetuoso de la Ley.
El sucesor de Alejandro Ordóñez anotó que en su periodo buscará que la Procuraduría “no sea vocera de los radicalismos”, al tiempo que afirmó que esta institución no será tampoco “instrumento de persecución política”.
En su primer discurso como Procurador electo, Carrillo, abogado de la Universidad Javeriana y líder en su momento del movimiento estudiantil que impulsó la ‘Séptima Papeleta’, respaldó la necesidad de que se concreten los acuerdos de paz y se refirió al que se sitúa como uno de los baluartes del Ministerio Público durante su ciclo: una Procuraduría para la paz. Vea: El discurso completo de Carillo en la elección
El exjefe de los ministerios, tanto de Justicia como del Interior, aseguró que Colombia «no es un país dividido por la política, sino unido por la necesidad de que se callen los fusiles”, y que tiene la certeza de que la sensatez se impondrá y “en el nombre de las víctimas no se va a permitir el naufragio de la paz en medio de las tempestades que deben ser pasajeras”.
Otro de los mensajes que dejó Carrillo es que la Procuraduría debe ir a las zonas de conflicto, pues su presencia es asimétrica en los territorios del país. Esto con el fin de ‘desbogotanizar’ la entidad.
“Hay un país agotado por la centralización, que reclama funcionarios con los pies en el territorio y el corazón en las leyes”, señaló Carrillo.
La elección de Carrillo se resume así en el nombramiento de un hombre que, como él mismo aseveró, unió a todos los sectores políticos del país, incluidos los cercanos al presidente Juan Manuel Santos y el expresidente y senador opositor Álvaro Uribe.
Además, la votación dejó como Procurador a un hombre que desde su primer discurso se refirió a temas que fueron críticos para Ordóñez, a quien diversas voces del país le reclamaron por dar mensajes radicales y perseguir a ciertos sectores durante su dirigencia.
A su vez, la elección de Carrillo representa el cambio a un Procurador que dio el guiño al presidente Santos en la búsqueda del fin de la guerra, cuando dijo que su periodo será el de una “Procuraduría para la paz”, punto de inflexión con respecto a la era de Ordóñez, quien se convirtió en uno de los más férreos opositores al Acuerdo Final, entre el Gobierno y las Farc. Lea: La feria de las propuestas
Las palabras de Carrillo permiten concluir que, desde enero de 2017, el país tendrá un Procurador distante de las posturas y el periodo de su antecesor.