Gonzalo Jiménez de Quesada conquistó el territorio ocupado por la civilización muisca. Durante su campaña militar se quemaron los centros ceremoniales indígenas, se asesinaron a varios caciques y a los Zipas Tisquesusa y Sagipa, y se repartieron a los indígenas en encomiendas. Quesada es venerado en Colombia porque los historiadores del siglo XIX querían despreciar la cultura indígena y exaltar el origen español y “civilizado” de Bogotá.