El Ejército de Liberación Nacional se adjudicó el atentado cometido en la zona de La Macarena en Bogotá, el pasado 19 de febrero, que le costó la vida al patrullero Albeiro Garibello Alvarado, de tan solo 23 años. El ataque al Esmad demuestra que esa guerrilla no piensa ceder en sus más caprichosos intereses políticos para lograr la paz. Al Ejecutivo se le agota la paciencia, con una organización que no cambia su pretensión de tener poder político a partir de las armas.