En 2 años Colombia dejó de ser parte de los 25 países con más terrorismo del planeta

El territorio nacional se ubica en el puesto 26 en el Índice de Terrorismo Global 2016, en donde el resultado más alentador del país hasta el 2014 había sido el número 14 del 2008. En el 2004, se situaba tercero de la lista. Entre el 2015 y el 2016, se redujo tres  veces la cantidad de heridos y 15 veces el total de propiedades afectadas por atentados. También hubo menos muertos e incidentes violentos, que completan los 4 ítems que miden el indicador. Iraq, Afganistán y Nigeria lideran el triste escalafón.

Por: Prospectiva en Justicia y Desarrollo

En momentos en que los colombianos exigen resultados matemáticos sobre los beneficios del proceso de paz y la desmovilización de las Farc, un indicador internacional muestra signos de mejoría para el país, luego de la firma del Acuerdo y, sobre todo, del cese del fuego en el conflicto que el Estado tuvo por más de medio siglo con esa guerrilla.

El país pasó en los últimos 2 años de ser la nación número 12 con más terrorismo en sus tierras al escalón 26. El resultado es notorio si se tiene en cuenta que, desde que existe la medición, Colombia jamás había estado por debajo de la casilla 14 hasta el 2014, y en el 2004 fue el tercero con más terrorismo del mundo.

El indicador del Instituto de Economía y Paz, con sede en Nueva York, mide el impacto del terrorismo en un país basado en cuatro cifras: el número de atentados, la cantidad de muertes y heridos a causa de las acciones armadas  ilegales, y el total de propiedades afectadas por cuenta de las confrontaciones.

Pese a los resultados positivos, Colombia es el país donde acciones de tipo terroristas tienen mayor impacto en Suramérica, situación que se explica en las 56 muertes que contabiliza el instituto, sucedidas por cuenta del conflicto en el 2016, así como por los 84 heridos que contó, para ese período, la organización. El año pasado, según el informe, también sucedieron 109 atentados y 27 afectaciones a propiedades.

terrorismo banderas

Para el 2016, Iraq encabeza el listado de países más afectados por terrorismo. Le siguen Afganistán y Nigeria. En el 2014 Pakistán fue el segundo. Mientras, India y Rusia lideraban el listado hace más de una década, cuando Colombia era tristemente tercera.

Las cifras sin embargo son mejores en comparación con las del 2015. Ese año las acciones terroristas dejaron 95 asesinatos, 256 personas heridas, 199 incidentes y 397 propiedades afectadas. Este último indicador, como se nota, se redujo en casi 15 veces en su proporción.

De esta manera, el acuerdo de paz, motivador del cese al fuego con las Farc, se nota en la reducción de acciones violentas. No cabe duda que la mejora en tan solo un año tiene que ver con que esa guerrilla dejó de disparar sus armas.

El país, de a poco, se recupera de décadas de violencia, que la llevaron a ser considerada a principios de milenio como parte de los 3 países más impactados por atentados, asesinatos, heridos, y afectaciones a propiedades.

Los retos para seguir mejorando son múltiples, pero quizás el más crítico es el continuo asesinato de líderes sociales y defensores de derechos humanos, que solo en el 2017, según cifras de la Defensoría del Pueblo, asciende a 52 homicidios. Lea la nota: La paz que no tienen los defensores de derechos humanos

En ese aspecto, el Estado tiene una deuda, que debe saldar, para que la paz sea una realidad de todos los colombianos, incluidos aquellos que se expresan políticamente y buscan el desarrollo de sus comunidades.

Entre tanto, cabe destacar que para el 2016 los países con más terrorismo del mundo, de acuerdo con la medición, son Iraq, Afganistán y Nigeria, naciones que sufren por cuenta de las acciones armadas del Daesh, los grupos talibanes y la guerrilla de Boko Haram, respectivamente, y en donde las muertes, heridos, ataques y propiedades dañadas, se cuentan por miles.

Un pensamiento en “En 2 años Colombia dejó de ser parte de los 25 países con más terrorismo del planeta

  1. Lamentablemente estas cifras y estos reultados no penetrarán el espíritu de tantos que se oponen, irracionalmete la mayoría de ellos, a los acuerdos de paz logrados con las FARC. Sirven sí para reafirmarnos en nuestro propósito de mantener y mejorar estos resultados.

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